PREVENCIÓN DE CIBERDELITOS FINANCIEROS

OCDE: "La confianza del consumidor es esencial para el buen funcionamiento de los mercados"

Comunicado oficial | El organismo internacional afirma que las empresas y los gobiernos juegan un papel clave en el mantenimiento de la confianza del consumidor. Por ello, establece una serie de recomendaciones para ambos actores, con el fin de evitar las operaciones fraudulentas en el contexto actual de auge para el comercio electrónico.

La OCDE se pronunció ante el contexto de crisis sanitaria mundial y su derivada demanda de tecnología financiera, ante las medidas de confinamiento obligatorio. El organismo sostiene que "la confianza del consumidor es esencial para el buen funcionamiento de los mercados". Dadas las condiciones actuales, los ciberdelicuentes encuentran propicio el contexto para llevar a cabo estafas y fraudes. Por ello, insta a las empresas y gobiernos trabajar en conjunto para el fomentar el buen uso de los medios digitales y brindar la información adecuada a la comunidad, con el fin de evitar los ciberdelitos financieros.

El rol de las empresas

En la publicación de su sitio oficial, la OCDE informa que con las medidas de aislamiento aumentaron exponencialmente los consumidores en línea, por ello muchas empresas han reconocido la importancia de fortalecer la confianza. Según una encuesta realizada en marzo a consumidores de Estados Unidos, se identificó que el 52% de los adultos prefieren comprar a compañías que protegen públicamente a los clientes y al personal contra los riesgos de COVID-19. Por ello, el Organismo sostiene que los mercados en línea tienen un papel que desempeñar para fortalecer dicha confianza durante la crisis y promover una conducta responsable de los vendedores de terceros en sus plataformas. Asimismo, para las ventas intangibles, deberán aplicar rigurosas medidas y controles de monitoreo para evitar estafas, fraudes o falsificación de datos. De esta manera, se preserva la seguridad del consumidor final y de la propia empresa.

Recomendaciones

A continuación, se detallan las medidas que recomienda la OCDE a las empresas, para mantener la confianza del consumidor y evitar posibles operaciones engañosas.

•  Incorporar los aprendizajes de las percepciones de comportamiento en la promoción, venta y entrega de productos, y minimizar las técnicas que aprovechan los sesgos de comportamiento de los consumidores. Mensajes claros sobre la solidez de la cadena de suministro pueden ayudar a aliviar las compras de pánico.
•  Reconocer que más consumidores pueden ser vulnerables durante la crisis y considerar las necesidades debido a problemas de salud y seguridad, así como a las pérdidas financieras y laborales.
•  Advertir a los consumidores sobre estafas conocidas y aumentar los esfuerzos para identificar y eliminar publicidad falsa o engañosa.
•  (Para mercados en línea) Identifique listados con reclamos engañosos. Comunicarse regularmente con las autoridades sobre los esfuerzos realizados y los desafíos encontrados.

El rol del Gobierno

La OCDE detalla que las agencias de protección al consumidor en todo el mundo se han movido rápidamente para alertar a los consumidores sobre las amenazas clave asociadas con la crisis, y varias están considerando medidas especiales para abordarlas. Ante el desafío de equilibrar la protección de la salud y la seguridad del consumidor con el apoyo a las empresas y la protección de los trabajadores, algunos gobiernos han otorgado exenciones de las leyes que protegen a los consumidores cuando son de interés público. Por ejemplo, algunas agencias tienen procesos de aprobación acelerados para nuevos productos, como desinfectantes para manos, para garantizar que los consumidores tengan acceso a estos productos. En Canadá, se ha emitido una política provisional que facilita la aplicación de ciertos requisitos de etiquetado para facilitar el acceso y la venta de productos de consumo de alta demanda, como productos de limpieza para el hogar o jabones.

Recomendaciones

El Organismo insta a los gobiernos a sumarse a las siguientes acciones:

•  Educar a los consumidores sobre las estafas de COVID-19, incluido cómo informarlos y evitar la información errónea.
•  Establecer un diálogo con empresas en línea sobre estafas y conductas engañosas, y compartir información con el sector privado sobre las mismas.
•  Fomentar la cooperación entre agencias con mandatos relevantes de protección al consumidor.
•  Contribuir con las mejores prácticas a través de la OCDE y otros foros internacionales (por ejemplo, ICPEN y UNCTAD)
• Evitar reducir las medidas de protección del consumidor y seguridad de los productos, y considerar formas de reducir las cargas administrativas en el negocio y agilizar los procesos de cumplimiento.
•  Brindar soporte a las empresas y, en la medida de lo posible, facilidades en materia impositiva.

Redacción "Prevenciondelavado.com"